Los genes se activan y desactivan de una manera coordinada a medida que las células envejecen para reducir el riesgo de cáncer.
Un equipo de investigadores determinó que cuatro genes implicados en el control del cáncer desempeñan papeles clave en el proceso de envejecimiento y la regulación de las células madre, según un artículo que publicará la revista Cell.
Los investigadores explicaron que cuatro genes que suprimen la formación del tumor también regulan la capacidad de las células madre adultas para reemplazar los tejidos desgastados.
Asimismo, influyen en la inhabilitación de las células madre durante el envejecimiento.
Los genes se activan y desactivan de una manera coordinada a medida que las células envejecen para reducir el riesgo de cáncer. En el proceso, también inhabilitan la función de célula madre en los tejidos que envejecen, lo que reduce su capacidad para regenerarse.
"Los cuatro genes están implicados en la regulación del cáncer, pero solo uno había mostrado su implicación en la regulación de las células madre y el envejecimiento", dijo Sean Morrison, director del Centro para Biología de Células Madre de la Universidad de Michigan y autor principal del artículo.
"Por ello esta es una expansión muy significativa de nuestra comprensión de las conexiones entre estos procesos vitales", añadió Morrison, cuyo centro está alojado en la institución de Ciencias de la Vida de la Universidad.
El estudio de tres años de las células del cerebro de ratón también ayudó a explicar por qué las células madre adultas de humanos no tienen el mismo potencial de regeneración de los tejidos dañados en los pacientes que poseen las células madre de embrión, según Morrison.
"Los genes identificados en este estudio trabajan juntos para reducir la función de las células madre adultas a medida que envejecen", agregó.
"Las células madre de embrión ofrecen la ventaja de que no envejecen, no toman esta senda. Si uno necesita generar un gran número de células para el tratamiento de un problema mayor de salud pública -como la diabetes juvenil- esta es una gran ventaja", dijo.
Los cuatro genes examinados en el estudio son Ink4A, Arf, Hmga2 y let-7b.
Para este estudio, los investigadores criaron ratones que carecían de combinaciones de estos genes y luego midieron los efectos que ello tenía sobre la función de célula madre y la formación de células del cerebro en diferentes etapas de la vida.
"Ahora hemos identificado una senda entera que modifica la expresión de gen dentro de las células madre a medida que envejecen, y esto ayuda a explicar por qué los tejidos viejos tienen menos función de célula madre y menos capacidad de regeneración", señaló Jinsuke Nishino, otro de los investigadores.
"Los mecanismos supresores de tumor aumentan con la edad", declaró Morrison. "Y la buena noticia es que eso nos permite envejecer sin sufrir cáncer. La mala noticia es que nuestros tejidos pierden su capacidad regenerativa, lo cual nos hace más viejos", agregó.
A su juicio, cuanto más estudian este asunto, más convencidos están de que el envejecimiento de los tejidos "es un subproducto de los mecanismos creados para protegernos contra el cáncer".
Fuente: EFE
Un equipo de investigadores determinó que cuatro genes implicados en el control del cáncer desempeñan papeles clave en el proceso de envejecimiento y la regulación de las células madre, según un artículo que publicará la revista Cell.
Los investigadores explicaron que cuatro genes que suprimen la formación del tumor también regulan la capacidad de las células madre adultas para reemplazar los tejidos desgastados.
Asimismo, influyen en la inhabilitación de las células madre durante el envejecimiento.
Los genes se activan y desactivan de una manera coordinada a medida que las células envejecen para reducir el riesgo de cáncer. En el proceso, también inhabilitan la función de célula madre en los tejidos que envejecen, lo que reduce su capacidad para regenerarse.
"Los cuatro genes están implicados en la regulación del cáncer, pero solo uno había mostrado su implicación en la regulación de las células madre y el envejecimiento", dijo Sean Morrison, director del Centro para Biología de Células Madre de la Universidad de Michigan y autor principal del artículo.
"Por ello esta es una expansión muy significativa de nuestra comprensión de las conexiones entre estos procesos vitales", añadió Morrison, cuyo centro está alojado en la institución de Ciencias de la Vida de la Universidad.
El estudio de tres años de las células del cerebro de ratón también ayudó a explicar por qué las células madre adultas de humanos no tienen el mismo potencial de regeneración de los tejidos dañados en los pacientes que poseen las células madre de embrión, según Morrison.
"Los genes identificados en este estudio trabajan juntos para reducir la función de las células madre adultas a medida que envejecen", agregó.
"Las células madre de embrión ofrecen la ventaja de que no envejecen, no toman esta senda. Si uno necesita generar un gran número de células para el tratamiento de un problema mayor de salud pública -como la diabetes juvenil- esta es una gran ventaja", dijo.
Los cuatro genes examinados en el estudio son Ink4A, Arf, Hmga2 y let-7b.
Para este estudio, los investigadores criaron ratones que carecían de combinaciones de estos genes y luego midieron los efectos que ello tenía sobre la función de célula madre y la formación de células del cerebro en diferentes etapas de la vida.
"Ahora hemos identificado una senda entera que modifica la expresión de gen dentro de las células madre a medida que envejecen, y esto ayuda a explicar por qué los tejidos viejos tienen menos función de célula madre y menos capacidad de regeneración", señaló Jinsuke Nishino, otro de los investigadores.
"Los mecanismos supresores de tumor aumentan con la edad", declaró Morrison. "Y la buena noticia es que eso nos permite envejecer sin sufrir cáncer. La mala noticia es que nuestros tejidos pierden su capacidad regenerativa, lo cual nos hace más viejos", agregó.
A su juicio, cuanto más estudian este asunto, más convencidos están de que el envejecimiento de los tejidos "es un subproducto de los mecanismos creados para protegernos contra el cáncer".
Fuente: EFE
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