El cobre ha sido reconocido por la Agencia Medioambiental de Estados Unidos, como el primer metal con capacidad bactericida y con propiedades que facilitan su aplicación en utensilios y mobiliario de centros sanitarios.
Chile desarrollará un proyecto científico para determinar si el poder bactericida del cobre puede reducir la tasa de infecciones intrahospitalarias, que cada año causan en este país entre 6.000 y 7.000 muertes y cuestan 70 millones de dólares.
El lugar escogido serán las unidades de cuidado intensivo (UCI) del Hospital del Cobre de Calama, a 1.564 kilómetros al norte de Santiago, que se convertirá en uno de los ocho centros en todo el mundo que analizará las características bactericidas del "metal rojo".
En la primera etapa de esta investigación se estudiará la carga bacteriana que hay habitualmente en las salas de cuidado intensivo del hospital y posteriormente se colocará en esos espacios instrumentos y superficies de cobre o de aleaciones de cobre, para comparar los dos niveles.
Uno de los agentes patógenos causante de estas infecciones es el llamado estafilococo áureo, que es resistente a la meticilina y que "coloniza la nariz", explicó la microbióloga de la Universidad de Chile Valeria Prado.
El otro es el enterococo resistente a la vancomicina que coloniza el intestino, una bacteria presente en países industrializados que está apareciendo en Chile.
"Las infecciones intrahospitalarias matan más que la combinación del VIH y el cáncer de mama", explicó a un grupo de periodistas el doctor Michael Schmidt, subdirector del departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad Médica de Carolina del Sur y supervisor de este proyecto.
Las bacterias que las causan se encuentran principalmente en los portasueros, las barandas de las camas, las bandejas para la comida de los pacientes, los reposabrazos de las sillas, los interruptores para llamar a las enfermeras, los lápices y los computadores.
"En los laboratorios hemos visto que una superficie con un 99 por ciento de cobre reduce la concentración del estafilococo áureo de diez millones por centímetro cuadrado a cero", explicó Schmidt.
El director del Hospital del Cobre de Calama, Miguel Cortés, confía en que se pueda demostrar que el uso del cobre disminuye el crecimiento bacteriano.
"Al cambiar la ecología bacteriana, también disminuye el riesgo de infecciones", explicó Cortés.
Además, según el subdirector del centro, Marcos Crestto, "la utilización del cobre podría liberar más de 100 millones de dólares en ocupación de camas a nivel nacional".
"Si logramos prevenir las infecciones vamos a ahorrar muertes, dinero, vamos a liberar camas y reducir las listas de espera", enfatizó.
El cobre, reconocido en marzo de 2008 por la Agencia Medioambiental de Estados Unidos como el primer metal con capacidad bactericida, tiene propiedades -como la resistencia y la ductibilidad- que facilitan su aplicación en utensilios y mobiliario de centros sanitarios.
Las enfermedades intrahospitalarias se han convertido en la cuarta causa de muerte en Estados Unidos, en donde el 4,5 por ciento de los pacientes resultan infectados durante su estancia en los hospitales.
Los resultados del estudio chileno estarán listos para mediados del 2009.
Sin embargo, la empresa pública Codelco -principal productora de cobre del mundo- proyecta aprovechar el poder bactericida del metal impulsando otros proyectos en el Metro de Santiago y en las jaulas para la industria del salmón, del que este país es el segundo productor mundial.
Según la encargada de desarrollo de mercado de Codelco, Carmen Tardito, las propiedades del metal rojo abren un abanico de posibilidades.
"Con este proyecto se espera dejar sentadas las bases para una plataforma de investigación y desarrollo en los usos del cobre", aseguró.
Fuente: EFE
Chile desarrollará un proyecto científico para determinar si el poder bactericida del cobre puede reducir la tasa de infecciones intrahospitalarias, que cada año causan en este país entre 6.000 y 7.000 muertes y cuestan 70 millones de dólares.
El lugar escogido serán las unidades de cuidado intensivo (UCI) del Hospital del Cobre de Calama, a 1.564 kilómetros al norte de Santiago, que se convertirá en uno de los ocho centros en todo el mundo que analizará las características bactericidas del "metal rojo".
En la primera etapa de esta investigación se estudiará la carga bacteriana que hay habitualmente en las salas de cuidado intensivo del hospital y posteriormente se colocará en esos espacios instrumentos y superficies de cobre o de aleaciones de cobre, para comparar los dos niveles.
Uno de los agentes patógenos causante de estas infecciones es el llamado estafilococo áureo, que es resistente a la meticilina y que "coloniza la nariz", explicó la microbióloga de la Universidad de Chile Valeria Prado.
El otro es el enterococo resistente a la vancomicina que coloniza el intestino, una bacteria presente en países industrializados que está apareciendo en Chile.
"Las infecciones intrahospitalarias matan más que la combinación del VIH y el cáncer de mama", explicó a un grupo de periodistas el doctor Michael Schmidt, subdirector del departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad Médica de Carolina del Sur y supervisor de este proyecto.
Las bacterias que las causan se encuentran principalmente en los portasueros, las barandas de las camas, las bandejas para la comida de los pacientes, los reposabrazos de las sillas, los interruptores para llamar a las enfermeras, los lápices y los computadores.
"En los laboratorios hemos visto que una superficie con un 99 por ciento de cobre reduce la concentración del estafilococo áureo de diez millones por centímetro cuadrado a cero", explicó Schmidt.
El director del Hospital del Cobre de Calama, Miguel Cortés, confía en que se pueda demostrar que el uso del cobre disminuye el crecimiento bacteriano.
"Al cambiar la ecología bacteriana, también disminuye el riesgo de infecciones", explicó Cortés.
Además, según el subdirector del centro, Marcos Crestto, "la utilización del cobre podría liberar más de 100 millones de dólares en ocupación de camas a nivel nacional".
"Si logramos prevenir las infecciones vamos a ahorrar muertes, dinero, vamos a liberar camas y reducir las listas de espera", enfatizó.
El cobre, reconocido en marzo de 2008 por la Agencia Medioambiental de Estados Unidos como el primer metal con capacidad bactericida, tiene propiedades -como la resistencia y la ductibilidad- que facilitan su aplicación en utensilios y mobiliario de centros sanitarios.
Las enfermedades intrahospitalarias se han convertido en la cuarta causa de muerte en Estados Unidos, en donde el 4,5 por ciento de los pacientes resultan infectados durante su estancia en los hospitales.
Los resultados del estudio chileno estarán listos para mediados del 2009.
Sin embargo, la empresa pública Codelco -principal productora de cobre del mundo- proyecta aprovechar el poder bactericida del metal impulsando otros proyectos en el Metro de Santiago y en las jaulas para la industria del salmón, del que este país es el segundo productor mundial.
Según la encargada de desarrollo de mercado de Codelco, Carmen Tardito, las propiedades del metal rojo abren un abanico de posibilidades.
"Con este proyecto se espera dejar sentadas las bases para una plataforma de investigación y desarrollo en los usos del cobre", aseguró.
Fuente: EFE
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