viernes, 3 de diciembre de 2010

Abren una nueva vía para el tratamiento del cáncer de pulmón

El Grupo de Oncología Experimental del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha descubierto que inhibir o eliminar el enzima Cdk4 causa la muerte de células tumorales de pulmón portadoras del gen mutado K-Ras. El hallazgo, que se publica en el último número de Cancer Cell, abre una vía para buscar nuevos tratamientos para el cáncer de pulmón.


Se trata de un fenómeno al que se denomina letalidad sintética (synthetic lethality), un término con el que se conoce a aquellas situaciones en las que dos mutaciones o alteraciones, que por sí solas no ocasionan daño al organismo, tienen efectos letales al combinarse entre sí.

Según explica Mariano Barbacid, director del grupo, "si se aplica este concepto a las células tumorales, se trata de encontrar alteraciones secundarias que, unidas a la mutación oncogénica ya existente en dichas células, les cause la muerte".

"Esta segunda alteración, según el concepto de letalidad sintética, no ha de causar efectos negativos por sí sola y podría existir en las células normales. En la práctica clínica, esta segunda alteración consistiría en la inhibición de una determinada actividad celular -por ejemplo, una diana terapéutica- sin causar daño a las células normales", apunta.

Combinación clave
El descubrimiento en cuestión es la letalidad sintética entre el oncogén K-Ras y la eliminación o inhibición del enzima Cdk4. La importancia de este hallazgo radica en que esta segunda alteración, la que causa la letalidad sintética de las células tumorales portadoras del oncogén K-Ras, es la eliminación del enzima Cdk4, para el que es posible el desarrollo de inhibidores selectivos con potencial terapéutico.

En esta investigación, el equipo de Barbacid describe cómo en un modelo murino de adenocarcinoma de pulmón, la eliminación del enzima Cdk4 por métodos de manipulación genética causa una senescencia inmediata en las células tumorales que no permiten el subsiguiente desarrollo del tumor. Por el contrario, la eliminación del enzima Cdk4 no causa ningún daño a las células normales del pulmón.

Una vez establecida esta inesperada conexión -la letalidad sintética- entre el oncogén K-Ras y el enzima Cdk4 en adenocarcinomas de pulmón, los investigadores probaron el efecto antitumoral de un inhibidor selectivo de Cdk4 desarrollado por la multinacional Pfizer, probado sin éxito en ensayos clínicos contra linfomas y tumores de mama.

Una vez conocidos estos resultados, se están poniendo en marcha varios ensayos clínicos para probar este inhibidor de Cdk4, así como otros inhibidores más potentes desarrollados por otras multinacionales farmacéuticas.

A pesar del interés despertado por estos resultados, Barbacid advirtió que estos resultados representan "tan sólo una indicación de un fenómeno biológico no predecible con los conocimientos existentes, pero en ningún momento garantiza que estas observaciones puedan ser reproducidas en pacientes con adenocarcinoma de pulmón por muy sofisticado que sean los modelos murinos en los que se han llevado a cabo estas investigaciones". “Es muy probable que para poder observar un efecto terapéutico con los inhibidores de Cdk4 en ensayos clínicos sea necesario combinarlos con otras terapias", concluyó.

Estudio sugiere mayor tasa de cáncer en bebés de probeta

Por primera vez, un vasto estudio indica que existe una mayor tasa de cáncer entre los bebés de probeta, pero los autores dicen que probablemente no se deba a la forma en que los infantes fueron concebidos.


Es más probable que esté relacionado con características genéticas de los padres que decidieron optar por la fertilización in vitro a causa de infertilidad, dijeron los autores suecos del estudio y otros expertos. Además, los bebés probeta a menudo nacen prematuramente y tienen problemas respiratorios al nacer, problemas vinculados en otros estudios con mayores riesgos de cáncer.

Aún así, suele ser inusual que esos niños padezcan la enfermedad, pese a los elevados riesgos.

"Es más bien tranquilizador", dijo el doctor Bengt Kallen, principal autor del estudio e investigador de la Universidad de Lund. El riesgo "es tan pequeño que no puede importar mucho para los padres o futuros padres".

El estudio examinó a niños suecos concebidos in vitro, un método en el que los óvulos son fertilizados con esperma en un recipiente de laboratorio y seguidamente implantados en el útero. Estudios sobre posibles riesgos para la salud, incluyendo cáncer y defectos natales en niños concebidos así, han arrojado resultados mixtos.

El doctor Tommaso Falcone, obstetra de la Cleveland Clinic y jefe de ginecología, dijo que no está claro si pudieran obtenerse resultados similares en un país con mayor diversidad racial, como Estados Unidos. Aproximadamente unos 57.000 bebés nacen tras fertilización in vitro en esta nación cada año, aproximadamente el 1% de todos los nacimientos.

Los resultados del nuevo estudio fueron publicados el lunes en internet por la revista Pediatrics. La investigación analizó más de 2,4 millones de nacimientos en Suecia entre 1982 y 2005, incluyendo casi 27.000 bebés in vitro, además de datos sobre cáncer en niños en un período de 19 años.

En total, 53 niños concebidos in vitro desarrollaron cáncer, comparado con 38 que se esperaría en otros niños de la misma edad, un incremento del 42%. La leucemia y el cáncer del cerebro estuvieron entre los más comunes.

Kallen dijo que posibles razones para el vínculo bebés de probeta-cáncer incluyen características no identificadas en los padres que pudieran estar relacionadas con la infertilidad y riesgos de padecer cáncer.