Estas moléculas son las que más abundan en la I+D oncológica, en detrimento de los ensayos con agentes quimioterápicos (QT), en este caso más centrados en reducir su toxicidad que en aumentar su eficacia.
Y es que el futuro está en el desarrollo de terapias cada vez más específicas, dirigidas a pequeños nichos dentro de un mismo tipo de tumor, augura Manuel Hidalgo, director del Instituto Integral Oncológico Clara Campal (Madrid), quien destaca la necesidad de encontrar fármacos contra dianas, como HER2 en mama, que sean realmente revolucionarios y consigan, como en este caso, "que efectivamente sí estemos curando pacientes".
En este sentido, la patronal norteamericana de la industria, Phrma, acaba de publicar un informe que cifra en 861 los fármacos en desarrollo contra el cáncer.
Varios oncólogos, que han analizado para CF este documento, confían en la salida de nuevas armas terapéuticas que mejoren el tratamiento del cáncer, un conjunto de patologías cada vez más prevalentes, y algunas con perspectivas claramente mejorables.
Los expertos advierten de que muchas sustancias no llegarán a la clínica. Pero resulta interesante, apunta Antonio LLombart, oncólogo de la junta directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que la I+D esté en muchos casos en fases avanzadas, lo que posibilita que estén llegando "cada año 10-12 indicaciones nuevas de terapias moleculares".
Entre los fármacos más prometedores, los expertos destacan los nuevos antiangiogénicos, que impiden el crecimiento del tumor: "Ya están en marcha nuevas generaciones de estos fármacos que pueden ser muy interesantes", afirma José Luis Pérez Gracia, oncólogo de la Clínica Universitaria de Navarra.
José Angel García Sáenz, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de Madrid, comenta que los antiangiogénicos, ya utilizados en mama, pulmón o colon, se incluirán en la terapéutica de otros tumores como el glioblastoma o el cáncer de ovario.
Según este oncólogo, los tratamientos multidiana también están cambiando la historia natural de algunos cánceres, como los de riñón, hígado o gastroma gastrointestinal (GIST). Otra importante innovación, a su juicio, son los inhibidores del receptor EGFR, ya realidad en colon y cabeza y cuello, y que lo serán pronto en páncreas.
En la misma línea, Nuria Rodríguez, oncóloga del Hospital Infanta Leonor (Madrid), destaca que son "muy prometedores los resultados de terapias ya utilizadas en la clínica en otras patologías o en diferentes combinaciones, como trastuzumab en cáncer gástrico, sunitinib en cáncer de mama o temsirolimus en gliomas".
Igualmente, detalla Rodríguez, "se esperan resultados de los estudios de nuevas estrategias todavía no comercializadas como inhibidores de SAHA, pazopanib, motesanib, axitinib, zactima o lonafamib".
Acercarse a la clínica
Para Pérez Gracia, una de las vías de I+D más interesantes es la inmunoterapia: "Es un área que está aún por desarrollar pero muy potenciada hoy día". Así, nuevos inmunomoduladores, anticuerpos y vacunas podrían llegar pronto.
Según los expertos, queda mucho por hacer en pulmón, tumores cerebrales, estómago, esófago, páncreas o hígado, "en los que ha habido prácticamente nada de progreso". Para ello, los oncólogos coinciden: es imprescindible el avance en investigación traslacional, para que el vasto conocimiento básico se traduzca a la clínica.
Y es que el futuro está en el desarrollo de terapias cada vez más específicas, dirigidas a pequeños nichos dentro de un mismo tipo de tumor, augura Manuel Hidalgo, director del Instituto Integral Oncológico Clara Campal (Madrid), quien destaca la necesidad de encontrar fármacos contra dianas, como HER2 en mama, que sean realmente revolucionarios y consigan, como en este caso, "que efectivamente sí estemos curando pacientes".
En este sentido, la patronal norteamericana de la industria, Phrma, acaba de publicar un informe que cifra en 861 los fármacos en desarrollo contra el cáncer.
Varios oncólogos, que han analizado para CF este documento, confían en la salida de nuevas armas terapéuticas que mejoren el tratamiento del cáncer, un conjunto de patologías cada vez más prevalentes, y algunas con perspectivas claramente mejorables.
Los expertos advierten de que muchas sustancias no llegarán a la clínica. Pero resulta interesante, apunta Antonio LLombart, oncólogo de la junta directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que la I+D esté en muchos casos en fases avanzadas, lo que posibilita que estén llegando "cada año 10-12 indicaciones nuevas de terapias moleculares".
Entre los fármacos más prometedores, los expertos destacan los nuevos antiangiogénicos, que impiden el crecimiento del tumor: "Ya están en marcha nuevas generaciones de estos fármacos que pueden ser muy interesantes", afirma José Luis Pérez Gracia, oncólogo de la Clínica Universitaria de Navarra.
José Angel García Sáenz, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico de Madrid, comenta que los antiangiogénicos, ya utilizados en mama, pulmón o colon, se incluirán en la terapéutica de otros tumores como el glioblastoma o el cáncer de ovario.
Según este oncólogo, los tratamientos multidiana también están cambiando la historia natural de algunos cánceres, como los de riñón, hígado o gastroma gastrointestinal (GIST). Otra importante innovación, a su juicio, son los inhibidores del receptor EGFR, ya realidad en colon y cabeza y cuello, y que lo serán pronto en páncreas.
En la misma línea, Nuria Rodríguez, oncóloga del Hospital Infanta Leonor (Madrid), destaca que son "muy prometedores los resultados de terapias ya utilizadas en la clínica en otras patologías o en diferentes combinaciones, como trastuzumab en cáncer gástrico, sunitinib en cáncer de mama o temsirolimus en gliomas".
Igualmente, detalla Rodríguez, "se esperan resultados de los estudios de nuevas estrategias todavía no comercializadas como inhibidores de SAHA, pazopanib, motesanib, axitinib, zactima o lonafamib".
Acercarse a la clínica
Para Pérez Gracia, una de las vías de I+D más interesantes es la inmunoterapia: "Es un área que está aún por desarrollar pero muy potenciada hoy día". Así, nuevos inmunomoduladores, anticuerpos y vacunas podrían llegar pronto.
Según los expertos, queda mucho por hacer en pulmón, tumores cerebrales, estómago, esófago, páncreas o hígado, "en los que ha habido prácticamente nada de progreso". Para ello, los oncólogos coinciden: es imprescindible el avance en investigación traslacional, para que el vasto conocimiento básico se traduzca a la clínica.
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