domingo, 19 de abril de 2009

La farmacia asistencial y las prácticas

Entre las recomendaciones del libro blanco del título de grado de Farmacia publicado por la Aneca se propone que el plan de estudios debe asegurar la fomación en atención farmacéutica.

En la Orden CIN/2.137/2008, de 3 de julio, se establecen, entre otras competencias que debe adquirir el graduado en Farmacia, no sólo el llevar a cabo las actividades de farmacia clínica y social, siguiendo el ciclo de AF, sino también proporcionarla a los pacientes.

La primera competencia se adquiere de forma teórica y práctica a lo largo de todo el plan de estudios. A pesar de ello, se ha introducido una asignatura específica de AF.

La presencia de esta asignatura contribuirá a que los alumnos adquieran los conocimientos sobre esta disciplina que pretende proporcionar el fundamento para lo que se ha llegado a denominar una "reprofesionalización" de la farmacia, orientándola hacia la consecución de mejores resultados mediante el uso de los medicamentos y a procurar una prestación farmacéutica de calidad.

Sin embargo, esta formación ha de completarse con una formación práctica, que sólo el entorno del ejercicio profesional puede aportar a través de las prácticas tuteladas (PT). La información de medicamentos es parte integrante de la AF. La dispensación debe ser el acto con el que el farmacéutico trata de garantizar que el uso de los medicamentos se realiza de forma adecuada, verificando que el individuo conoce el objetivo del tratamiento, su administración correcta, la cantidad, frecuencia y otros aspectos asociados al uso y que el medicamento no es inadecuado con el resto de situaciones fisiológicas o patológicas del sujeto, y que puedan conocerse en el momento de la dispensación. Por lo tanto, ha de servir como prevención primaria para evitar la aparición de resultados negativos asociados al medicamento, mejorando la seguridad, la calidad de la terapéutica y, en definitiva, la efectividad del tratamiento para el paciente.

Colaboración con la botica
La Facultad de Farmacia de la Universidad CEU-San Pablo, para mejorar los criterios de calidad de su enseñanza, firmó el pasado diciembre un nuevo acuerdo de colaboración con el COF de Madrid.

Uno de los puntos clave de dicho acuerdo consiste en la exigencia de implantación, para todas las farmacias que colaboran con el CEU en la docencia de PT, de la Guía de Buenas Prácticas.

Esta guía define los procedimientos de actuación profesional en la dispensación, facturación, información, seguridad del medicamento, así como otros aspectos técnicos de interés para la buena práctica farmacéutica. Los farmacéuticos adheridos se comprometen a garantizar la correcta gestión de las farmacias, lo que supone estar al día en el cumplimiento de la normativa aplicable.

Con este acuerdo el CEU consigue disponer de una selección de farmacias a las cuales dota de un valor añadido, que servirá para diferenciarlas de las que no se comprometan con los criterios de calidad farmacéutica y que sin duda redundarán en una mejora evidente para los alumnos de PT.

Es el primer paso en el compromiso de nuestra facultad para garantizar unas PT de calidad, que se irá extendiendo mediante la firma de convenios con otros COF para garantizar que los alumnos que realizan las prácticas tuteladas fuera de Madrid puedan recibir el mismo tipo de formación. Estamos también trabajando para garantizar esta misma calidad en las prácticas en el ámbito hospitalario.

Pero, como en cualquiera de las asignaturas que se imparten en una titulación, debemos asegurar que los alumnos han adquirido las competencias y habilidades requeridas, mediante un sistema de evaluación adecuado.

Los alumnos, antes de comenzar las PT, reciben un curso de formación impartido por profesores del CEU y del COFM. El coordinador visita todas las farmacias y está en contacto tanto con los alumnos como con los profesores tutores, de forma que siempre está informado si existe cualquier incidencia. Además, se realizan encuestas a los alumnos y a los profesores tutores.

El día de la adjudicación se les entrega a los alumnos la guía docente de las prácticas, donde se les explica cuáles serán sus obligaciones y derechos, haciendo hincapié en lo que deben y no deben hacer, indicándoles que se pongan en contacto con el coordinador cuando detecten cualquier mínimo problema.

Todas estas medidas garantizan el correcto funcionamiento de esta asignatura y, lo que es más importante, la adquisición por parte de nuestros alumnos de las competencias en el ámbito de la farmacia asistencial que requieren los nuevos planes de estudio.

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