Científicos chilenos han constatado que los fármacos clonazepam y ácido valproico, utilizados comúnmente para el tratamiento de la epilepsia y el trastorno bipolar, dificultan el aprendizaje y la memoria visuoespacial.
Así lo explicó a Efe el psicólogo Héctor Burgos, que encabezó esta investigación para profundizar en las consecuencias que estos medicamentos tienen sobre los procesos cognitivos, ya que esos efectos secundarios han sido poco estudiados.
Por sus propiedades inhibitorias de la actividad cerebral, el clonazepam se prescribe habitualmente para tratar la ansiedad, la epilepsia o trastornos del pánico, y sus contraindicaciones sólo se refieren a posibles efectos sobre la memoria.
En el caso del ácido valproico, empleado en el tratamiento de la epilepsia y el trastorno bipolar, sus efectos adversos incluyen náuseas, vómitos y malestar gastrointestinal, pero no aluden a un posible deterioro cognitivo.
El estudio se realizó con dieciocho roedores de laboratorio, con un período de vida medio de dos años, a las que se administró dosis de ambos medicamentos durante dieciocho días en una cantidad proporcional, según su peso, a las administradas en humanos.
Al ser introducidas en el laberinto radial octogonal de Olton, dispositivo que permite obtener datos de desempeño en cuanto a memoria y aprendizaje, los animales tardaron más tiempo en realizar tareas, con un número de errores superior al grupo de control.
Los mecanismos neuronales de los roedores sobre los que actúan estos fármacos son muy similares en los mamíferos, por lo cual estos resultados son extrapolables al ser humano, según explica el psicólogo.
Burgos llevó a cabo el estudio, que ha sido presentado en distintos foros nacionales e internacionales, junto a Amparo Castillo, Christian Cofré, Jonathan Martínez y Alejandro Hernández, de las universidades de Santiago, Autónoma de Chile y Las Américas.
Los científicos investigan ahora si este deterioro cognitivo es reversible, aunque los resultados preliminares indican que no lo es, ya que después de cesar la administración de los fármacos algunas ratas muestran aún dificultades en la memoria y el aprendizaje.
No obstante, es necesario obtener mayores antecedentes a nivel electrofisiológico y bioquímico para extraer datos concluyentes.
Burgos espera finalizar este estudio en el primer trimestre de 2010.
En tanto, la primera fase de la investigación fue premiada durante el Congreso de la Sociedad Chilena de Salud Mental que se realizó el pasado 31 de junio en Santiago por su contribución a la investigación básica en el área clínica
Fuente: EFE
Así lo explicó a Efe el psicólogo Héctor Burgos, que encabezó esta investigación para profundizar en las consecuencias que estos medicamentos tienen sobre los procesos cognitivos, ya que esos efectos secundarios han sido poco estudiados.
Por sus propiedades inhibitorias de la actividad cerebral, el clonazepam se prescribe habitualmente para tratar la ansiedad, la epilepsia o trastornos del pánico, y sus contraindicaciones sólo se refieren a posibles efectos sobre la memoria.
En el caso del ácido valproico, empleado en el tratamiento de la epilepsia y el trastorno bipolar, sus efectos adversos incluyen náuseas, vómitos y malestar gastrointestinal, pero no aluden a un posible deterioro cognitivo.
El estudio se realizó con dieciocho roedores de laboratorio, con un período de vida medio de dos años, a las que se administró dosis de ambos medicamentos durante dieciocho días en una cantidad proporcional, según su peso, a las administradas en humanos.
Al ser introducidas en el laberinto radial octogonal de Olton, dispositivo que permite obtener datos de desempeño en cuanto a memoria y aprendizaje, los animales tardaron más tiempo en realizar tareas, con un número de errores superior al grupo de control.
Los mecanismos neuronales de los roedores sobre los que actúan estos fármacos son muy similares en los mamíferos, por lo cual estos resultados son extrapolables al ser humano, según explica el psicólogo.
Burgos llevó a cabo el estudio, que ha sido presentado en distintos foros nacionales e internacionales, junto a Amparo Castillo, Christian Cofré, Jonathan Martínez y Alejandro Hernández, de las universidades de Santiago, Autónoma de Chile y Las Américas.
Los científicos investigan ahora si este deterioro cognitivo es reversible, aunque los resultados preliminares indican que no lo es, ya que después de cesar la administración de los fármacos algunas ratas muestran aún dificultades en la memoria y el aprendizaje.
No obstante, es necesario obtener mayores antecedentes a nivel electrofisiológico y bioquímico para extraer datos concluyentes.
Burgos espera finalizar este estudio en el primer trimestre de 2010.
En tanto, la primera fase de la investigación fue premiada durante el Congreso de la Sociedad Chilena de Salud Mental que se realizó el pasado 31 de junio en Santiago por su contribución a la investigación básica en el área clínica
Fuente: EFE