Los resultados del experimento, aunque con efectos a corto plazo, abren la esperanza de poder desarrollar una terapia a largo plazo de recuperación de la visión, por ejemplo en pacientes que hayan sufrido un infarto cerebral
Un investigador de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, ha conseguido provocar la experiencia visual del color en un paciente parcialmente ciego utilizando la estimulación magnética.
Gracias a esta técnica, que consiste en estimular el cerebro de forma dirigida y focalizada mediante pulsos magnéticos sobre el cráneo, el científico Juha Silvanto ha demostrado por vez primera que es posible experimentar sensaciones visuales de color en un área de invidencia originada por una lesión en la corteza del cerebro.
Según Silvanto, ahora se sabe que es posible restaurar la conciencia visual, aunque aún no se puedan entender los mecanismos neurológicos subyacentes. Si en futuras investigaciones se pudieran desvelar dichos mecanismos, se abriría la posibilidad de desarrollar un tratamiento terapéutico nuevo, asegura el investigador.
El paciente tratado era capaz de ver el color en un campo visual (el izquierdo) que tenía intacto, mientras que en el otro campo visual no podía distinguir nada. De hecho, estaba parcialmente ciego desde hacía 40 años debido a un accidente. Los resultados del experimento, aunque con efectos a corto plazo, abren la esperanza de poder desarrollar una terapia a largo plazo de recuperación de la visión, por ejemplo en pacientes que hayan sufrido un infarto cerebral.
Fuente: www.tendencias21.net
Un investigador de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, ha conseguido provocar la experiencia visual del color en un paciente parcialmente ciego utilizando la estimulación magnética.
Gracias a esta técnica, que consiste en estimular el cerebro de forma dirigida y focalizada mediante pulsos magnéticos sobre el cráneo, el científico Juha Silvanto ha demostrado por vez primera que es posible experimentar sensaciones visuales de color en un área de invidencia originada por una lesión en la corteza del cerebro.
Según Silvanto, ahora se sabe que es posible restaurar la conciencia visual, aunque aún no se puedan entender los mecanismos neurológicos subyacentes. Si en futuras investigaciones se pudieran desvelar dichos mecanismos, se abriría la posibilidad de desarrollar un tratamiento terapéutico nuevo, asegura el investigador.
El paciente tratado era capaz de ver el color en un campo visual (el izquierdo) que tenía intacto, mientras que en el otro campo visual no podía distinguir nada. De hecho, estaba parcialmente ciego desde hacía 40 años debido a un accidente. Los resultados del experimento, aunque con efectos a corto plazo, abren la esperanza de poder desarrollar una terapia a largo plazo de recuperación de la visión, por ejemplo en pacientes que hayan sufrido un infarto cerebral.
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