sábado, 25 de octubre de 2008

El comprimido de inmunoterapia sublingual, un nuevo tratamiento para la rinitis alérgica



Numerosos estudios demuestran la eficacia de este tratamiento de inmunoterapia contra el polen de gramíneas


La rinitis alérgica provocada por la alergia al polen de las gramíneas, afecta especialmente la calidad de vida de las personas. Para hacer frente a esta dolencia crónica que, si no se trata, conduce al asma y a otras alergias, se perfila un nuevo tratamiento: el comprimido de inmunoterapia sublingual. Ésta fue una de las conclusiones a las que se llegó en el 27º Congreso de la Eaaci (Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica) que se celebró recientemente en Barcelona.

Este comprimido ha sido objeto en los últimos años de numerosos ensayos clínicos que, además de contribuir al desarrollo de los tratamientos de inmunoterapia, han permitido obtener datos fiables con muestras significativas, que harán posible dar a conocer a las autoridades sanitarias un dosier de registro para obtener la autorización de comercialización.

"Los estudios publicados, realizados a una amplia muestra de sujetos, han demostrado la eficacia, buena tolerancia y seguridad de la inmunoterapia sublingual en comprimidos de forma pre y coestacional para el tratamiento de la alergia al polen de gramíneas", explicaron miembros de la Unidad de Alergia del Hospital Clínic y Universitario de Barcelona.

Según quedó plasmado en el congreso, el desarrollo clínico de los tratamientos de inmunoterapia al polen de gramíneas está basado en dos aspectos: la exposición al polen (que varía de un país, de un centro de estudio o de un paciente a otro), y del estilo de vida del paciente y en cómo percibe la enfermedad.

Precisamente, según señalaron los expertos, se está realizando un estudio de estas características en Austria, mediante la puesta en marcha de un análisis de farmacodinámica en un centro equipado con cámara de polen, con el objeto de evaluar el modo de actuación del comprimido sobre los síntomas de la rinoconjuntivitis, para así optimizar los protocolos de tratamiento.

La alergia al polen de gramíneas afecta en Europa a más de 45 millones de personas. Al igual que los adultos, los niños también pueden sufrir molestias, por eso este posible nuevo tratamiento también se ha estudiado entre este segmento de población.

Los resultados preliminares de un estudio pediátrico de fase III realizado con 278 niños de entre 5 y 17 años de cinco países europeos (Alemania, Dinamarca, España, Francia y Portugal) afectados de rinitis alérgica, son alentadores a nivel de eficacia y tolerancia al comprimido. De este modo, quedó claro en el congreso que, gracias a los estudios realizados, este comprimido podrá registrarse como especialidad farmacéutica y está a la vanguardia de los estándares de la inmunoterapia tanto en pacientes adultos como pediátricos.



Fuente: www.elglobal.net




Las alergias alimentarias y su impacto


Las alergias alimentarias son muy comunes especialmente en los niños. Estadísticas señalan que la prevalencia es de un 3 a 7% en la población infantil y de un 2% en la población adulta.

Las alergias alimentarias se han convertido en una especie de ruleta rusa donde las personas afectadas se juegan la vida cada vez que se sientan a la mesa.

Una alergia alimentaria o alergia alimenticia se define como una respuesta inmune a un alimento o sustancia que se encuentra en el alimento, ya sea de forma natural, al ser procesado o por contaminación.

Actualmente, comprar alimentos para alérgicos, puede transformarse en un inmenso problema para las familias de los afectados, ya que tienen que revisar minuciosamente las etiquetas de los envases en busca de su composición para obtener alimentos seguros.

Con frecuencia la información no está clara o los ingredientes resultan ilegibles, poniendo constantemente en peligro la salud de los afectados.

Las reacciones a alergias alimentarias son muy diversas, algunas no pasan de un simple salpullido, pero otras pueden provocar la muerte, si no se tratan a tiempo.

De acuerdo a cifras recopiladas por la OMS, INFOSAN y la FAO, existen alrededor de 70 alimentos que pueden desencadenar alergias. Los de mayor incidencia y que provocan reacciones más graves son: los huevos, cereales con gluten, pescados, crustáceos, soja, leche, maní y frutos secos.

Las reacciones alérgicas asociadas a alimentos, se presentan cuando la persona entra en contacto con el alimento desencadenante. En algunos casos los síntomas aparecen de manera inmediata, y otras veces pueden aparecer horas o hasta días después, dificultando así su diagnóstico.

Los síntomas más frecuentes de alergias alimentarias son las afecciones cutáneas, las afecciones de tipo digestivo, respiratorias o cuadros generales graves como la anafilaxia que puede causar la muerte.

En la actualidad las personas que padecen alergias alimentarias, deben identificar el origen de la alergia y evitar el alimento que la provoca. Si por alguna razón llegan a ingerirlo, deberán tomar antihistamínicos en reacciones menores, o recurrir a un autoinyector de adrenalina en casos de reacciones graves.

Mientras tanto, los ensayos para buscar vacunas efectivas contra las alergias alimentarias continúan. EE.UU. está probando una vacuna contra la alergia al cacahuete, mientras España ensaya una vacuna sublingual para la alergia al melocotón y a la avellana.

También se han realizado otros estudios que han intentado probar la eficacia de un preparado de siete hierbas utilizadas por la medicina china, que al parecer, evitarían la reacción al consumo de cacahuetes.

Sin embargo, contar con vacunas para cada alérgeno conlleva un problema, pues muchos de los afectados son alérgicos a más de un alimento y no podrían recibir tantas inmunizaciones.

Por esa razón, se está trabajando actualmente en tratamientos que ofrezcan una respuesta global, como el proyecto de la vacuna panalergénica, que sería válida para numerosas alergias alimentarias, y cambiaría el concepto actual de contar con una vacuna para cada alergia.

Dicha inmunización podría ser útil para los alérgicos al pescado, a ciertas frutas rosáceas, a los espárragos, al repollo y a algunos frutos secos.

Pero mientras se logra desarrollar una vacuna de este tipo, la alternativa que se está utilizando con niños de alto riesgo, es la llamada “desensibilización oral”, una terapia que consiste en “agotar al sistema inmune”, en un entorno controlado, por si se producen reacciones.

Dicha terapia consiste en dar a los niños pequeñas dosis del alimento al que son alérgicos, durante varios días hasta que logran tolerarla. Si se presenta una reacción, ésta es tratada hasta que se logre tolerarla.

Los resultados obtenidos hasta el momento con esta terapia son muy buenos, alcanzan un 70 a 80% de éxito.



Fuente: salud.com

Consejos prácticos para personas alérgicas



Limpiar la casa con frecuencia y siempre con el aspirador y paños húmedos. Las personas alérgicas que realicen esta tarea, deben usar una mascarilla y aspiradores que lleven bolsas de grosor doble y con filtros en el aire de salida.

Recubrir los colchones y almohadas con fundas antiácaros. Cubrir el canapé también con una cubierta plástica y desechar colchones, almohadas y peluches viejos y/o de lana.

Lavar la ropa de cama a más de 60ºC cada 10-14 días.

Reducir la humedad relativa del aire de la casa al menos al 50% mediante el uso de deshumidificadores.

Sustituir las almohadas y cojines rellenos de materiales naturales como pluma de ganso o algodón, por otros fabricados con fibras sintéticas. Si no se quiere eliminar estos objetos, también se pueden forrar con materiales no permeables a ácaros.

Ventilar el dormitorio adecuadamente, para evitar la humedad

Evitar las cortinas, alfombras y moquetas, sobre todo en la habitación de la persona alérgica. Los suelos de madera o cerámica son los mejores para los alérgicos.

Tener el mínimo de muebles y adornos en el dormitorio, a fin de facilitar el aseo y la acumulación de polvo. Deben retirarse especialmente las estanterías con libros.

Evitar en el dormitorio las alfombras, cortinas o cualquier objeto de lana o tela innecesario como por ejemplo tapices en las paredes o posters.

Utilizar periódicamente productos acaricidas y kits para la determinación del contenido de los ácaros en el polvo de la casa.

Si estas medidas no se pueden cumplir es preferible que el paciente cambie de domicilio a una vivienda nueva y seca, libre de moquetas y evitando siempre las primeras plantas o sótanos.


Fuente: blogs.periodistadigital.com

Consumo de frutos secos en el embarazo aumenta riesgo de asma en bebés



Las mujeres embarazadas que comen maní y otros frutos secos regularmente podrían aumentar el riesgo de que el bebé desarrolle asma.

Según un amplio estudio llevado a cabo en Holanda, ese riesgo podría aumentar hasta en 50%. Los investigadores de la Universidad de Utrecht afirman que las poderosas sustancias alergénicas que se encuentran en los frutos secos -como nueces, cacahuates, almendras, etc.- y sus productos, como mantequilla de maní, hacen que el feto se vuelva propenso a alergias.

El consumo diario de mantequilla de maní durante el embarazo puede elevar en 50% el riesgo de asma. Otros estudios, sin embargo, no han sido tan concluyentes sobre la relación entre los frutos secos y el asma.

El estudio, que aparece publicado en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine (Revista Estadounidense de Medicina Respiratoria y Cuidado Intensivo), siguió a 4.000 mujeres embarazadas.

Las participantes respondieron cuestionarios sobre sus dietas en los que se les preguntó qué tan a menudo consumían vegetales, fruta fresca, pescado, huevos, leche, y sus derivados, y frutos secos y sus derivados durante el último mes de embarazo.

Cuando nacieron los bebés, éstos también fueron monitoreados durante ocho años.

Al final los investigadores tenían datos completos sobre la salud y dieta de 2.832 niños y de sus madres.

"La única asociación consistente que encontramos entre el consumo materno de los productos estudiados durante el embarazo y los síntomas de asma en los niños, fue con los productos de frutos secos", afirma la doctora Saskia Willers, quien dirigió el estudio.

"Encontramos un vínculo entre las madres que consumían diariamente productos como mantequilla de maní, y síntomas en los niños como silbido respiratorio, falta de aliento, asma diagnosticada y asma con uso de esteroides", agrega.

El maní es un potente alergeno y puede causar choque anafiláctico.
Los científicos, sin embargo, señalan que todavía es muy pronto para recomendar a las madres que eviten el consumo de estos productos durante el embarazo.

Se necesitan más investigaciones para confirmar que realmente existe un vínculo causal.


Fuente: www.diariosalud.net

Cómo evitar la alergia a los hongos


Los hongos pueden actuar con alérgenos transportados por el viento. Las esporas y los fragmentos de los micelios son capaces de producir alergia, especialmente rinoconjuntivitis y asma bronquial.

Las esporas, células reproductoras de los hongos, se encuentran en el ambiente como contaminante y son muy difíciles de evitar. Los hongos que con más frecuencia producen alergia son: Alternaria, Cladosporium y Aspergillus.

Algunas pautas a seguir:

Prevenir la infiltración de esporas, cerrando puertas, ventanas y utilizar el aire acondicionado con filtros.

Disminuir la humedad de la vivienda con deshumidificadores.

Si la vivienda del paciente es un sótano o una planta baja húmeda es conveniente instalar sistemas de drenaje adecuados y eliminar alfombras o moquetas.

Limpiar y eliminar el material contaminado por hongos, como por ejemplo el papel de la pared que esté contaminado por hongos utilizando lejía y soluciones antifúngicas.

Usar limpiadores del aire con filtros.

Mantener calientes todas las habitaciones de la casa.

Usar máscaras con filtros HEPA cuando se limpia el material contaminado por hongos.



Fuente: blogs.periodistadigital.com

Una dieta con pescado antes de los 9 meses reduce el riesgo de eccema


Una dieta que incluya pescado antes de los nueve meses de edad reduce el riesgo de que posteriormente el niño desarrolle eccema, según indica un estudio publicado en "British Medical Journal" (BMJ).

Los autores del estudio, de la universidad sueca de Gotemburgo, señalan que en el mundo desarrollado ha aumentado significativamente la prevalencia de eccemas y otras afecciones alérgicas, debido, en parte, a factores medioambientales y dietéticos.

Para elaborar el trabajo, los investigadores preguntaron a miles de padres de bebés de seis meses nacidos en Suecia en 2003 sobre la dieta de sus hijos y si habían detectado eccemas, y volvieron a entrevistarlos cuando los niños habían cumplido un año.

De las 8.000 familias contactadas, obtuvieron los datos de nacimiento y dos cuestionarios completos de unas 5.000.

A los seis meses, un 13 por ciento de las familias informó de que su bebé había desarrollado un eccema y, al año, uno de cada cinco bebés lo tenía.

La edad media a la que solían aparecer los primeros síntomas era de cuatro meses.

Los expertos comprobaron que la genética era un factor importante en la aparición de la afección, ya que los bebés con un hermano o una madre afectados tenían el doble de probabilidades de desarrollarlo antes del año.

Sin embargo, también constataron que la introducción de pescado en la dieta del bebé antes de los nueve meses reducía el riesgo de eccema en un 25 por ciento.

Curiosamente, la posesión de un pájaro como mascota también reducía ese riesgo, mientras que amamantar al bebé, la fecha de introducción de los lácteos y la tenencia de mascotas peludas no afectaba en ningún sentido.


Fuente: EFE

Unos tres millones de niños padecen alergias a comidas en Estados Unidos


El informe encontró que ocho tipos de alimentos aparecen en el 90 por ciento de esas alergias: leche, huevos, cacahuetes, nueces y otras frutas secas, pescado, mariscos, soja y trigo

El número de niños y jóvenes con alergia a comidas o de tipo digestivo en EE.UU. aumentó un 18 por ciento en una década y llegó a casi tres millones en 2007, informó el Centro para Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).

El año pasado aproximadamente el cuatro por ciento de los menores de 18 años de edad padeció una alergia digestiva o a algún tipo de alimentos, comparado con apenas el 3,3 por ciento (2,3 millones) en 1997.

El informe encontró que ocho tipos de alimentos aparecen en el 90 por ciento de esas alergias: leche, huevos, cacahuetes, nueces y otras frutas secas, pescado, mariscos, soja y trigo.

Las reacciones a estos alimentos en la persona alérgica van desde una sensación de hormigueo en torno a la boca y los labios a urticaria y aún la muerte, dependiendo de la gravedad de la reacción.

"Los niños que tienen alergias a alimentos tienen de dos a cuatro veces más probabilidades que los niños sin esas alergias de padecer enfermedades relacionadas, como el asma u otras alergias", añadió el estudio.

El informe encontró que los varones y las niñas tienen tasas similares de alergias a alimentos, con el 3,8 para los niños y el 4,1 para las chicas.

Aproximadamente el 4,7 por ciento de los niños menores de cinco años de edad mostró alergias a alimentos, comparado con el 3,7 por ciento para los niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad, añadió el CDC.

Asimismo, el estudio encontró que los niños hispanos muestran índices más bajos de alergia a los alimentos (3,1 por ciento) que los blancos no hispanos (4,1 por ciento) o los negros no hispanos (cuatro por ciento).

"En 2007 el 29 por ciento de los niños con alergias a alimentos también informó de asma, comparado con el 12 por ciento entre los niños que no padecían alergias a comidas", señaló el documento.


Fuente: EFE