Una dieta que incluya pescado antes de los nueve meses de edad reduce el riesgo de que posteriormente el niño desarrolle eccema, según indica un estudio publicado en "British Medical Journal" (BMJ).
Los autores del estudio, de la universidad sueca de Gotemburgo, señalan que en el mundo desarrollado ha aumentado significativamente la prevalencia de eccemas y otras afecciones alérgicas, debido, en parte, a factores medioambientales y dietéticos.
Para elaborar el trabajo, los investigadores preguntaron a miles de padres de bebés de seis meses nacidos en Suecia en 2003 sobre la dieta de sus hijos y si habían detectado eccemas, y volvieron a entrevistarlos cuando los niños habían cumplido un año.
De las 8.000 familias contactadas, obtuvieron los datos de nacimiento y dos cuestionarios completos de unas 5.000.
A los seis meses, un 13 por ciento de las familias informó de que su bebé había desarrollado un eccema y, al año, uno de cada cinco bebés lo tenía.
La edad media a la que solían aparecer los primeros síntomas era de cuatro meses.
Los expertos comprobaron que la genética era un factor importante en la aparición de la afección, ya que los bebés con un hermano o una madre afectados tenían el doble de probabilidades de desarrollarlo antes del año.
Sin embargo, también constataron que la introducción de pescado en la dieta del bebé antes de los nueve meses reducía el riesgo de eccema en un 25 por ciento.
Curiosamente, la posesión de un pájaro como mascota también reducía ese riesgo, mientras que amamantar al bebé, la fecha de introducción de los lácteos y la tenencia de mascotas peludas no afectaba en ningún sentido.
Fuente: EFE
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