Experto explicó que esta tecnología revolucionaria, desarrollada en aviónica, supera con mucho a la analógica que se emplea en las manos que actualmente se comercializan en el mercado
Martin Wehrle nació sin una mano por un problema congénito y hoy, a sus 28 años, experimentó el milagro de utilizar una extremidad biónica que parece humana, no sólo por su forma sino por su capacidad de movimiento y fuerza de agarre.
Wehrle exhibió, en una rueda de prensa en Madrid, las capacidades de este prototipo tecnológico que pesa tan sólo cuatrocientos gramos y con el que puede lavarse los dientes, poner un CD, manejar un teclado, relajar totalmente la mano en dos segundos y, también, despedir afectuosamente a un amigo.
"Para mi es una mano fantástica, me hace la vida mucho más fácil y además es muy real", comentó, al tiempo que dijo que al tacto "parece totalmente natural, es suave y agradable".
Usar esta prótesis es "fácil" aunque exige un entrenamiento similar a "aprender a conducir un coche", algo que, si practicas, puede conseguirse en unas cuatro semanas, relató.
Como resultado de más de diez años de investigación, la empresa Otto Bock ha desarrollado la mano "Michelangelo", que se venderá en la primavera de 2010 y que aún no tiene un precio estimado.
Juan Galán, director técnico de esta compañía, explicó en el marco del congreso "Orto pro care España 2008" que la prótesis se controla a través de dos electrodos de contacto cutáneo que están situados en los músculos tensor y extensor.
Describió que cuando Wehrle contrae voluntariamente estos músculos, se genera "un potencial de acción de millonésimas de voltio, que es recogido por los sensores y en centésimas de segundo se envían a la placa procesadora".
El experto explicó que esta tecnología revolucionaria, desarrollada en aviónica, supera con mucho a la analógica que se emplea en las manos que actualmente se comercializan en el mercado.
Internamente está constituida de acero y duraluminio de alta resistencia, que reemplazan la estructura endoesquelética de los huesos y las articulaciones humanas y, externamente, está recubierta por elastómero de silicona que reemplaza las estructuras blandas así como otros plásticos de alta tecnología que sustituyen a los músculos y los tendones.
El pulgar y la muñeca, prosiguió Galán, disponen de dos ejes de movimiento cada uno que permiten distintas fuerzas y velocidades de agarre producidas por sus dos motores independientes que brindan al usuario "la máxima funcionalidad y naturalidad".
Se caracteriza por sus seis grados de libertad así como por una gran variedad de movimientos que permiten que la mano sea tan flexible como funcional y su resistencia al agua le permite funcionar a tres metros de profundidad.
De momento Wehrle no tiene sensibilidad en su nuevo miembro artificial pero Galán anunció que "a corto plazo" veremos "cosas sorprendentes".
Fuente: EFE
Martin Wehrle nació sin una mano por un problema congénito y hoy, a sus 28 años, experimentó el milagro de utilizar una extremidad biónica que parece humana, no sólo por su forma sino por su capacidad de movimiento y fuerza de agarre.
Wehrle exhibió, en una rueda de prensa en Madrid, las capacidades de este prototipo tecnológico que pesa tan sólo cuatrocientos gramos y con el que puede lavarse los dientes, poner un CD, manejar un teclado, relajar totalmente la mano en dos segundos y, también, despedir afectuosamente a un amigo.
"Para mi es una mano fantástica, me hace la vida mucho más fácil y además es muy real", comentó, al tiempo que dijo que al tacto "parece totalmente natural, es suave y agradable".
Usar esta prótesis es "fácil" aunque exige un entrenamiento similar a "aprender a conducir un coche", algo que, si practicas, puede conseguirse en unas cuatro semanas, relató.
Como resultado de más de diez años de investigación, la empresa Otto Bock ha desarrollado la mano "Michelangelo", que se venderá en la primavera de 2010 y que aún no tiene un precio estimado.
Juan Galán, director técnico de esta compañía, explicó en el marco del congreso "Orto pro care España 2008" que la prótesis se controla a través de dos electrodos de contacto cutáneo que están situados en los músculos tensor y extensor.
Describió que cuando Wehrle contrae voluntariamente estos músculos, se genera "un potencial de acción de millonésimas de voltio, que es recogido por los sensores y en centésimas de segundo se envían a la placa procesadora".
El experto explicó que esta tecnología revolucionaria, desarrollada en aviónica, supera con mucho a la analógica que se emplea en las manos que actualmente se comercializan en el mercado.
Internamente está constituida de acero y duraluminio de alta resistencia, que reemplazan la estructura endoesquelética de los huesos y las articulaciones humanas y, externamente, está recubierta por elastómero de silicona que reemplaza las estructuras blandas así como otros plásticos de alta tecnología que sustituyen a los músculos y los tendones.
El pulgar y la muñeca, prosiguió Galán, disponen de dos ejes de movimiento cada uno que permiten distintas fuerzas y velocidades de agarre producidas por sus dos motores independientes que brindan al usuario "la máxima funcionalidad y naturalidad".
Se caracteriza por sus seis grados de libertad así como por una gran variedad de movimientos que permiten que la mano sea tan flexible como funcional y su resistencia al agua le permite funcionar a tres metros de profundidad.
De momento Wehrle no tiene sensibilidad en su nuevo miembro artificial pero Galán anunció que "a corto plazo" veremos "cosas sorprendentes".
Fuente: EFE
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