miércoles, 18 de marzo de 2009

Terapia de flotación

La terapia de flotación nos ayuda a entrar en un estado de profunda relajación donde no hay ninguna tensión muscular y nos aislamos de todo ruido. El agua, una vez más, nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interior tanto físico como mental.


¿Qué es la terapia de flotación?
Esta terapia relativamente novedosa, es una singular y agradable manera de disfrutar de un profundo estado de relajación en un elemento primario mientras combates el estrés, alivias los dolores e incluso activas tu mente.

¿En qué se basa la terapia de flotación?
En introducirse dentro de una cámara de aislamiento sensorial llamada Flotarium, de 2.5m x 1.6m, que contiene en su interior 600 litros de agua y 300 kilos de sales Epson, con una profundidad máxima de 30 cm., y a una temperatura de 36 ºC.

Estas sales crean una densidad como la del Mar Muerto, de tal forma que al sumergirte, flotas sin esfuerzo, perdiendo la noción del peso del cuerpo. Al eliminar el 90% de las señales externas enviadas del sistema nervioso al cerebro, se genera de forma inmediata un profundo estado de relajación física, nerviosa y mental.

¿En qué nos puede ayudar la terapia de flotación?
La terapia de flotación está indicada para combatir: La Depresión, Ansiedad, Tensión Nerviosa, Insomnio, Dolor de Espalda, Rehabilitación de lesiones deportivas, Síndrome Premenstrual, Jet Lag, Fatiga, Dolores Crónicos, Reumatismo, Artritis, Cefalea, Migraña, Cardiopatías, Adicciones, Trastornos Cardiovasculares, Problemas del Sistema Inmunológico, Dermatitis, Soriasis.

Origen e historia de la terapia de flotación
A principio de los años 50, los especialistas en neurofisiología creían que si se privaba al cerebro de la casi totalidad de estímulos físicos, éste se adormecía. Por esa época, el doctor John C. Lilly, neurofisiólogo psicoanalista, se propuso investigar sobre dicha hipótesis cuando trabajaba por encargo de la armada en el National Institute of Mental Health de Bethesda (Maryland, Estados Unidos).

Así que preparó adecuadamente una cámara de la Marina, de las destinadas al estudio de las técnicas de escafandrismo. En ellas, el sujeto estaba provisto de una máscara que le envolvía la cabeza y se contaba además con otros elementos, como una especie de flotadores para lograr una posición lo más relajada posible. Colocó agua salada y la mantuvo a una temperatura de 35,5º C para evitar sensaciones de calor o frío. Todas las pruebas dieron excelentes resultados, acababa de nacer la cámara horizontal de aislamiento sensorial y por tanto la terapia de flotación.

A finales de la década de los sesenta y sobre todo durante los años siguientes, artistas como John Lennon o Kris Kristofferson, médicos, especialistas en educación física, yoga o relajación comenzaron a interesarse por las posibilidades de la terapia de flotación.

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