Cada vez que piensas en una palabra tu cerebro reacciona de un modo particular e inconfundible, según acaba de demostrar un equipo de científicos de la Universidad Carnegie Mellon, en Estados Unidos. El hallazgo podría ayudar a “leer el pensamiento” con ayuda de un supercomputador.
A través una serie de experimentos que publicados en la revista Science, Tom M. Mitchell y Marcel Just han demostrado que el significado de un nombre concreto activa las áreas cerebrales asociadas a cómo las personas sienten o actúan ante el objeto. “El significado de una manzana, por ejemplo, se representa en zonas cerebrales responsables del gusto, del olfato y de la masticación”, explica Mitchell. “Una manzana es lo que tú haces con ella”, añade.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores trabajaron con nueve personas a las que se les realizaba una resonancia magnética funcional mientras se concentraban en 60 palabras de 12 categorías semánticas diferentes, entre las que se incluían animales, edificios, partes del cuerpo, ropa, insectos, vehículos y verduras. Tras realizar diferentes pruebas, comprobaron que, identificando los patrones de actividad cerebral asociados a cada objeto, podían averiguar en qué pensaban los individuos con un 77% de exactitud, aplicando para ello un algoritmo especialmente desarrollado para esta investigación.
Además, Mitchell y Just han identificado 25 verbos que funcionan como “piezas básicas” para representar mentalmente el significado de las palabras, entre ellos ver, oír, comer, oler, empujar, conducir o levantar.
El próximo paso, anuncian, será descifrar cómo codifica el cerebro los conceptos y nombres abstractos, así como combinaciones de nombres y adjetivos, y frases sencillas.
A través una serie de experimentos que publicados en la revista Science, Tom M. Mitchell y Marcel Just han demostrado que el significado de un nombre concreto activa las áreas cerebrales asociadas a cómo las personas sienten o actúan ante el objeto. “El significado de una manzana, por ejemplo, se representa en zonas cerebrales responsables del gusto, del olfato y de la masticación”, explica Mitchell. “Una manzana es lo que tú haces con ella”, añade.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores trabajaron con nueve personas a las que se les realizaba una resonancia magnética funcional mientras se concentraban en 60 palabras de 12 categorías semánticas diferentes, entre las que se incluían animales, edificios, partes del cuerpo, ropa, insectos, vehículos y verduras. Tras realizar diferentes pruebas, comprobaron que, identificando los patrones de actividad cerebral asociados a cada objeto, podían averiguar en qué pensaban los individuos con un 77% de exactitud, aplicando para ello un algoritmo especialmente desarrollado para esta investigación.
Además, Mitchell y Just han identificado 25 verbos que funcionan como “piezas básicas” para representar mentalmente el significado de las palabras, entre ellos ver, oír, comer, oler, empujar, conducir o levantar.
El próximo paso, anuncian, será descifrar cómo codifica el cerebro los conceptos y nombres abstractos, así como combinaciones de nombres y adjetivos, y frases sencillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario