miércoles, 30 de julio de 2008

Tratamiento del Asma con Medicamentos

MEDICAMENTOS PREVENTIVOS

Los medicamentos preventivos son todos aquellos que sirven para disminuir la inflamación eosinófila de la mucosa y con ello mejorar la evolución y la frecuencia de las crisis de asma.

MEDICAMENTOS ANTIINFLAMATORIOS

Los Corticoides Inhalados. Constituyen en la actualidad la terapia de primera línea, proporcionando beneficios sintomáticos, disminuyendo la HRB y la necesidad de broncodilatadores. La budesonida (Pulmicort®), la beclometasona (Becotide®, Becloforte®, Beclo-asma®) y la fluticasona (Flixotide®, Flusonal®, Inalacor®, Trialona®) y la novedad el Ciclesonide (Alvesco®) son los fármacos de este grupo disponibles. A las dosis convencionales se toleran bien; los efectos adversos suelen ser: candidiasis orofaríngea, disfonía por atrofia de la musculatura laríngea, tos irritativa, etc. Estos efectos son menos frecuentes con dosis bajas, o usando cámaras espaciadoras. Por su absorción pueden producir osteoporosis y disminución del crecimiento. El ciclesonide es el fármaco más seguro de este grupo disminuyendo los efectos secundarios locales y generales.
Las Cromonas. El cromoglicato (Intal®, Frenal®) inhibe la degranulación de mastocitos y es capaz de controlar el asma en algunos pacientes. El nedocromil sódico (Ildor®, Brionil®, Cetimil®, Tilad®) tiene efectos similares. Las cromonas son inocuas pero su efecto antinflamatorio es mucho menor que los esteroides inhalados.
Los Inhibidores de leucotrienos. Antiinflamatorios específicamente dirigidos contra la síntesis o la acción de los leucotrienos (mediadores lípidos broncoconstrictores y proinflamatorios) en el árbol bronquial. Existen el montelukast (Singulair®) y el zafirlukast (Accolate®). Ambos son activos por vía oral, y se toman en comprimidos. Indicados en el asma leve como terapia única, y en el asma moderado –grave asociado a los esteroides inhalados.
Todos estos medicamentos se utilizan para mantener la enfermedad sin síntomas. Deben tomarse regularmente. La falta de cumplimiento por el paciente es, actualmente, la mayor causa de fracaso en la curación del asma bronquial.

MEDICAMENTOS PARA LAS AGUDIZACIONES

Estos medicamentos se utilizan de forma ocasional cuando los síntomas de la enfermedad aumentan, con el objetivo de disminuir los síntomas en unas horas o días.
Son un grupo de medicamentos llamados ß-2 miméticos selectivos, por su actuación sobre estos receptores, que producen la relajación del músculo bronquial. El método de aplicación ideal es la inhalativa, siempre que exista un entrenamiento adecuado para su administración. Los más usuales son el Salbutamol y la Terbutalina, ambos de efectos inmediatos (minutos) y de unas 2 a 4 horas de duración. Actualmente existen en el mercado otros Betamiméticos de acción más prologada con efectos de 8/10 horas de duración. Sus efectos secundarios son el temblor y nerviosismo. Los efectos de taquifilaxia (dejar de hacer efecto) se ven en pacientes que toman dosis exageradas y continuas (mal control del asma). El procaterol es similar a los anteriores.

Recientemente han salido al mercado los ß-2 miméticos selectivos de larga duración, como el Salmeterol. Éste comienza su efecto a los 20-30 minutos de su administración inhalada y permanece activo entre 7 a 9 horas. Los fármacos beta-agonistas de acción prolongada son el salmeterol (Beglan®, Serevent®, Inaspir®, Betamican®) o el formoterol (Oxis®, Neblik®, Foradil®) con una duración de acción de 12 a 18 horas.

Los betamiméticos de larga duración se han indicado como asociación a los preventivos antiinflamatorios (esteroides inhalados) como ahorrador de dosis de los mismos, pero hoy en día hay discusión sobre si este efecto beneficioso a corto plazo, puede ser un problema en las crisis de asma que no responderá bien a otros betamiméticos de acción corta, con el riesgo de ser crisis refractarias al tratamiento. Por ello las crisis de asma pueden resultar más intensas y rebeldes. Esta asociación de betamiméticos y esteroides como tratamiento de base debe de ser indicada personalmente y no generalizarse.
Las asociaciones son (Seretide ®, Anasma ®, Inhaladuo ®, Symbicort ®).

Los anticolinérgicos (Bromuro de Ipratropio) no ofrecen ventajas sobre los ß-2 miméticos y tiene más efectos secundarios (sequedad de mucosas) por lo que son de utilidad limitada en el asma, solo se utilizan asociados a otros medicamentos o en las crisis de asma en la infancia.

Las teofilinas (aminofilina, teofilina) actúan como broncodilatadores con mecanismo desconocido. Tienen efectos secundarios a altas dosis (cefaleas, vómitos, malestar, incluso confusión y coma) por lo que se debe ajustar la dosis a cada individuo (mediante analítica de sangre). Por esta razón están cayendo en desuso.

Esteroides. Son medicamentos antiinflamatorios hormonales. Producen por su toma habitual efectos secundarios graves como son retraso del crecimiento, osteoporosis, elevación de azúcar en sangre, inflamación de músculos, adelgazamiento de piel y vasos sanguíneos, etc... Por ello, a pesar de su gran eficacia en el asma, sólo se usan en casos rebeldes a otros tratamientos o en las crisis.
Se suelen utilizar en las crisis (Prednisolona, Metil prednisona, etc...) en pautas de 1 a 4 días, por lo que sus efectos secundarios son sólo de molestias gástricas. Si se utilizan más continuamente se dan en dosis matutinas y en días alternos, siempre que la situación del paciente lo permita.

VACUNAS PARA LA ALERGIA

Es el único tratamiento del asma que modifica la evolución natural de la enfermedad según la OMS. (Allergy 44, 1998)

Se llama inmunoterapia (vacuna) a la administración los mismos productos que producen el asma bronquial en cantidades mínimas para que el organismo se acostumbre a no rechazarlos y, en consecuencia el asma no aparezca. Su eficacia depende del contenido de proteínas adecuado a cada paciente (Dermatophagoides pt., Lolium p., Parietaria, etc....) y de su estandarización (homologación del contenido en proteínas alergénicas de cada envase).

Es un tratamiento a largo plazo, mediante la aplicación de inyecciones subcutáneas, con una regularidad establecida y controlado por un especialista entrenado. No se debe abandonar sin consultar con el médico responsable produciéndose sus efectos a los 2 ó 3 años.

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